Así que un día
me llene de
valor, me acogí al
rencor, a los viejos recuerdos …Y lo mate
de Indiferencia, aunque no
paraba de merodear por los al redores “Como es su
costumbre de niños travieso”.
Primero lo Senté
en mis piernas, mientras no podía
cubrirse de la lluvia
de lágrimas de mis ojos, mientras
se ahogaba lentamente en ellas, y
reclamaba clemencia… Le pasaba la
película de terror más horrenda
del mundo, “ Las Cagadas en
Nombre del amor”...